Muchos jugadores como Cristiano Ronaldo (36 años) o Ibrahimović (39 años) todavía están jugando al más alto nivel de competición y no hay indicios que sugieran que Messi no podría jugar igual durante otros cinco años. Aquellos ivyleaguers que desde los once años ya se preparaban en colegios privados para ir a la Universidad (motivo por el que se les empezó a conocer como preppies) hicieron de la “osadía” de ponerse una camisa rosa una seña de identidad de su tribu.