Es por ello cuando al siguiente año, 1926, y tras el desastre para ambos equipos de Oviedo en el campeonato regional -dominado indiscutiblemente por el Real Sporting de Gijón y que más tarde sería principal rival de los ovetenses-, se hizo palpable la conveniencia de fusionar a ambos clubes para dar lugar a uno más competitivo frente a los clubs de Gijón, Avilés o Mieres. Tras la final de Copa, Fernando Hierro fichó por el Real Madrid y Vicente Cantatore pasó a entrenar al Sevilla F. C., llegando a su vez jugadores como Caminero y Amavisca.